domingo, 26 de julio de 2020

¿Un blog ahora? ¿En serio?

La verdad es que en este mundo actual donde lo que mas ‘lo peta’ son cosas como el ‘tic-toc’, ‘twitch’, y cosas parecidas, escribir un blog parece cosa del pasado, casi anacrónico. Quizás sea así, o quizás es que como estoy ‘mordido’ por el retro ochobitero se me ha ocurrido esta ‘nueva’ y ‘genial’ idea. Llevo mucho tiempo pensando en ello, y en otras cosas… Pero no quiero adelantar acontecimientos, ahora es el momento de escribir sobre el por qué de esta nueva aventura, por lo menos para mí si es nueva.

Esta primera entrada quiero dar explicaciones de por qué quiero cometer este nuevo ‘atentado’ a mi retro mas querido, como esos ‘jueguillos’ que a lo mejor has sufrido gracias a estos dedos con los que escribo ahora...

Vamos a ponernos un poco nostálgicos, tu ya me entiendes, un poquito ‘abuelo cebolleta’.
Siempre he deseado escribir sobre lo que me gusta, aunque nunca he tenido talento, si estás leyendo esto lo estás comprobando de primera mano. Supongo que como buen niño de los 80 y aspirante a poseedor de un flamante ordenador, devoraba las revistas de micro informática. En mi caso Micromanía, mi primera revista de ‘informática’. 
En mi mente infantil la redacción de la revista era un lugar maravilloso. ¡Te pagaban por jugar! Podías jugar a todos los juegos que anunciaban en la misma revista, junto a todos los que anhelabas en los escaparates de las tiendas de informática. Un paraíso para alguien como yo que en esa edad, prehistórica para algunos y algunas ya, veía pasar el tiempo mucho mas despacio, los días interminables de verano, y también los días interminables en la escuela… Pero me estoy desviando, esto ya me pasa mucho, me estaré haciendo mayor.
Recapitulando, éramos unos infantes, locos por esos trastos de los marcianitos, y leíamos la revistilla de los juegos, como la llamaba mi madre. Como decía, la revista, todos los meses, traía infinidad de reseñas de videojuegos novedosos de todos los sistemas de la época, C64, Amstrad, Spectrum y MSX, esto me encantaba. En esa época me convertí en un pequeño experto en todo tipo de juegos ‘novedosos’, para mi la novedad era que salían en la revista como nuevos. Todos ellos se me quedaban fijados en mi mente, las lecciones del colegio no, cómo se notaba lo que realmente me gustaba. Pero había una sección que me atraía por encima de las demás, la de ‘Patas arriba’.
Esta sección se podían diferenciar tres tipos, esta división se me ha ocurrido a mi, no quiere decir que otros tengan otras divisiones, no estén de acuerdo, o vaya usted a saber. Una cosa que quiero dejar clara antes de continuar. Este blog pretende ser completamente subjetivo, donde voy a verter opiniones propias, que no son dogmas de fe, y siempre podemos discutir. Mejor con unas cervicitas en una terraza, con unos buenos pinchos. Ya me he vuelto a dispersar…

Como decía, la división en tipos de artículos: El primer tipo era el más simple, a mi modo de entender. Título del juego, versión del mismo para el modelo de micro, junto con el preciado cargador. Algunas veces en una misma página podían juntar dos de ellos o incluso mas, si solo eran pokes. Por cierto, siempre me llamaron mucho la atención los cargadores de Spectrum con dos programas. Uno en Basic y un segundo con una lista inteligible de números y letras, con unas instrucciones que a mi personalmente se me hacían raras. Supongo que si al final hubiera tenido un Spectrum no hubieran sido tan raras.
Este tipo para mi era sólo útil, sobre todo si era un cargador de un juego de C64, y encima lo tenía. Estaba de suerte, en ese momento era el rey, sabía que ese juego frustrante caería bajo el poder de mi joystick, ¡Al fin!
El segundo tipo es una ‘evolución’ del anterior, también escueto, solía ocupar una única cara de una página, se acompañaba de una pequeña reseña, algunas veces la descripción del juego pura y dura, otras veces contaba una historieta breve del juego, en mi opinión mucho mas jugosa. Por supuesto en la mayoría de los casos no faltaba el consabido cargador/pokes. Recuerdo que este tipo de artículos siempre se publicaban tras el análisis en números anteriores, del siguiente tipo, el realmente interesante.
Como último tipo de artículo, el que mas apreciaba. Se podía extender varias páginas y en él se desgranaban todos los ‘secretos’ del mismo. Los había mas asépticos, en los que se explicaba paso a paso qué hacer en cada momento y cuando. Una mera descripción de acciones. En la que algunas veces, al principio del artículo, se nos advertía que era un camino, pudiendo existir otros. Reconozco que esto siempre me ha fascinado, que algunos juegos, considerados a veces ‘simples’, pudieran conllevar profundidad tal, siendo algunos en 48K de memoria. 
Algunas ‘soluciones’ se apoyaban en un mapa que incluía la revista, mas o menos detallado, muchas veces dibujado a mano, los cuales aún conservan un gran encanto, en el que se señalaban lugares claves, objetos, personajes, etc. También se acompañaban de dibujos de los enemigos o incluso los propios de los protagonistas. Eran una auténtica gozada para la vista, casi un tebeo. Pero dentro de todo esto, además podían describir la solución de forma novelada, estos eran los que me hacían disfrutar. El algunos casos se inventaban una historia, que tenía que ver de refilón con la temática del juego, o la propia historia del mismo. Recordemos que muchos juegos no tenían historia detrás, o describían una pobre leyenda. Aunque he de reconocer que la portada del mismo es la que hacía que te lo llevaras a casa, ¿Alguno de los presentes recuerda Barbarian? 
Las historias noveladas, como iba diciendo, eran un plus para estos artículos, que hacían volar mi imaginación, dejando una sensación todavía mas agradable que descubrir los entresijos del juego de turno.

Todo este rollo que he soltado, amigo ochobitero, es para demostrare de donde viene esta ‘afición’ por escribir sobre videojuegos viejunos, justificando el por qué de esta ‘nueva idea’ de un blog para escribir sobre lo que me apetece de los juegos de mi infancia y parte de mi pubertad. También de paso, he hecho un pequeño análisis de una las secciones mas queridas por mí de la revista Micromanía en su primera y segunda época.

Hasta aquí mi justificación, pero si has aguantado hasta este punto, y no has cerrado la página, o te has dormido. Deja que te cuente que es lo que quiero hacer aquí. En principio pretendo escribir de forma mensual, mas o menos tampoco vamos a pasarnos de estrictos, una reseña de uno de estos juegos:




Si miras atentamente es una colección simple, no hay muchos, quizás no sean los mejores, pero son mis recuerdos, y creo que hay suficientes para hablar de ellos desde el recuerdo, intentando que sea muy personal y transferible. Pero no solo de recuerdos vive el guerreo ochobitero, también quiero repasar algunos otros. 
Hoy en día la escena del C64 sigue muy movida. Tengo que reconocer que últimamente no doy a basto a conocer todos los nuevos programas que aparecen para mi sistema preferido, a si que he decidido hacer alguna reseña de un juego ‘nuevo’, que también tengo en mi mas que modesta ‘colección’.



Pues no tengo mucho mas que añadir, como siempre todo lo escrito es discutible, y está escrito desde el recuerdo de hace mas de treinta años. Espero que hayas disfrutado algo lo que has leído, yo por mi parte he disfrutado mucho escribiéndolo.

Me despido con una frase que me he apropiado de uno de mis podcast preferidos: ‘Hay que jugar, y follar mas’

DarrO.

Los originales (y 3)

Hola de nuevo amigo lector. Parece ser que  la actualización de este blog va a ser anual. Bueno quizás esta sea nuestra rutina a partir de a...